Lunes, 20 de Febrero de 2012, 03:07:09
Exactamente no se en que tiempo sucedió , de lo poco que recuerdo es que fue en una época donde los dragones empezaban a desaparecer y los caballeros dejaban de lado aquella actitud desafiante, esa valentía q los caracterizaba. Para convertirse en señoritos amanerados, amantes del maquillaje y con esa sutil genialidad para la cata del vino. si la memoria no me falla esa parte de la historia se desarrollo en mi pueblo natal, una pequeña comunidad al borde de una cordillera bastante empinada y las riberas de un rio que lo único que hace es levantar el mal humor de los campesinos, pero como en toda historia de este genero la trama versa sobre mis desventuras y mi afán de encontrar a la mujer de mis deseos. Para mi mala suerte aquella chica no solo era una pomposa princesa sino que al parecer le gustaba pasearse por mis sueños cada ves bebía un poco de licor de maíz muy fermentado, lo sutil de sus apariciones al principio no causaban ningún asombro en mi cotidiana conducta, pero lo mas probable es que con el pasar del tiempo su recurrente presencia logro apoderarse de parte de mi subconsciente, logrando así recordar lo bellos de sus ojos y el placer q me sugería su cuerpo a cada instante, llevándome a mi a un desenfreno total al punto tal q mi percepción se vio afectada de formas muy extrañas. Como era de esperar para no espantar a los buenos espíritus decidí marcharme de aquel territorio que marco mi infancia y me convirtió en el vulnerable ser que puede apreciarse ahora.
El camino fue demasiado largo ya que con el pasar de los años solo conseguía ganar más experiencia en cosas que en este momento no considero de utilidad, lo duro de los viajes alrededor de lo conocido me llevo a pensar que no tenían nada de especial. Un lugar se apodero de mi interés, el ver salir al sol de una manera tan espectacular marco mis ojos segándolos por poco tiempo, lo que me llevo por otro viaje sin apartarme del primero. La suculenta y extraña cultura de ese territorio marcaria mi forma de pensar por muchos año, pero a pesar de ello nunca logre domar esa técnica que según dicen permite alejar los pensamientos de la mente. el idealizar a la princesa infiltrándola en cualquier situación se convirtió en una obsesión q lejos de apartarme de mi camino logro consumir mi estancia en muchos lugares. Lo más aberrante de aquel mítico viaje que me permitió influir ligeramente en la naturaleza con técnicas bastantes sencillas fue la falta de objetivos ya que los ojos de la infanta marcaron mi camino de formas muy particulares, el pasar de los años no trajeron muchas cosas buenas, un par de trucos nuevos y unas cuantas nuevas sensaciones fueron lo único rescatable de aquella travesía.
En algún momento el pensar en haber dejado cosas pendientes, se convirtió en un detonante que marco mi regreso, en realidad este nuevo viaje fue mucho mas perturbador que el primero ya que no tenia ni la mas mínima idea de cual era el camino correcto para volver al lugar de mi origen, buscando el camino a casa me tope con cosas muy interesantes, logre percibir un par de dimensiones distintas y hasta logre estimular mis sentidos al punto de no necesitar absolutamente nada para para sobrevivir, claro, salvo el recuerdo de la sugerente apariencia de aquella princesa infiltrada en mis sueños.
La realidad se convirtió en un juego y de acuerdo con la nueva época algo muy nuevo llamado videojuegos llamo mi atención, anteponiéndose a la nuevas publicaciones de libros, revistas y hasta la películas que hace algún tiempo dejaron de ser a escala de grises para convertirse al color.
Estos nuevas distracciones trajeron a mi vida algo de alegría, ya que, al tener solo tu mente para practicar, abecés es más sencillo cuando te dibujan un panorama al que se pueda manejar. El camino de regreso parecía hacerse mas largo y la costumbre de quedarse mucho tiempo en muchos lugares, hacia q la vida sea mas placentera a cada instante y hasta q al fin con la llegada de algo llamado internet, logre hallar la ubicación del lugar de mi origen y al parece estaba muy lejos separados por dos continentes, por lo que dispuse a marcharme otra ves, este viaje fue mas corto las nuevas tecnologías se desarrollaron bastante y solo fue subirme a un tren y espera un par de horas para estar halla. El lugar de mi origen no estaba muy cambiado, al parecer no se habían desarrollado mucho y la pereza dominaba en sus habitantes. En primer lugar fui a visitar aquellas cosas que deje pendiente, la primera era un árbol q para ese entonces tenia unos treinta metros de espesor, después pase por lo de mis padres, la casa no cambio mucho pero para mi mala suerte mis padres salieron fuera de la ciudad o almeno eso fue lo q me dijeron los vencimos, que por la pereza se sentían eternamente cansados. El siguiente paso fue saber algo de ella, logre verla, acercármela y hasta contarle todo lo había pasado, ella no decía nada mientras le contaba muchas historia solo parecía estar feliz , lo de que desentonaba con la tristeza intrínseca en las calles de mi lugar de origen, pero para mi mala fortuna le había contado todas esas historias a la hija de la princesa, quien ahora es reina. La nena es una mujer mucho mas suculenta y deseable comparándola con quién había abordado en prime lugar, luego algo molesto e indignado le pregunte q era de su madre a lo q ella no contesto solo señalando así so derecha me mostro a una mujer muy cansada.
Los días pasaron y una intriga se desarrollaba en mi mente por q yo no lucia tan cansado.
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